martes, 12 de noviembre de 2019

HA VUELTO


Hoy día difícilmente algo me haría escribir de nuevo, como antes, o al menos un poco cercano a antes. Ésta es la ocasión.
Han pasado algunos días en los que no me he permitido descansar adecuadamente; asuntos de la escuela.
Anoche me he dormido de madrugada, a eso de las 4 am, pues me dio una migraña terrible y ningún fármaco conseguía ayudarme. Debí levantarme a las 7 am a más tardar, sin embargo no fue así.
Algo no me lo permitió aun cuando la alarma sonara diez veces: ha vuelto.
Puede que otras veces sólo trate de escribir de forma que todo tenga armonía al leerse, pero hoy sólo quisiera poder atrapar para siempre las imágenes que permanecen apenas en mi memoria, pues sé que eventualmente desaparecerán.
Cuándo ésto ocurra toda emoción que ahora irriga mi cuerpo se habrá ido también. Me ha pasado varias veces.
Todo comienza más o menos igual, yo yendo a algún sitio. Por el camino aparece, haciendo cualquier cosa que casi siempre es similar.
De algún modo nos da por mirar, al mismo tiempo en nuestra dirección y entrar en una especie de colapso general, dónde nos paralizamos por dentro y por fuera.
Sé que nada de esto es real.
Los caminos de mi infancia se han llenado de su andar en el coche, ahora conduce y todo...
se detiene al lado mio mientras camino, con la ventana abierta y la miro. No es posible, pienso.
Acaba de saludarme cómo si nos hubiéramos visto ayer, como si habláramos frecuentemente.
Sus ojos apenas son visibles entre aquella sonrisa alegre, calmada, llena de confianza y familiaridad.
No tengo ni la más remota idea de sus palabras pero puedo saber lo que está pensando, algo así como que por fin es libre, que hace lo que le place ahora, que toma sus propias decisiones y que es bastante mayor. Claro... conduce!
Parece que ya los fantasmas se cansaron de gritarle o quizá solo ya no los escucha.
Me subí al auto? se bajo del auto? la verdad que no lo sé... sólo de pronto estaba abrazándome y contándome cosas que no recuerdo. A veces los sueños dan saltos que no logro entender.
Siempre diré que no hay abrazo más sincero y lleno de todo como el suyo.
No sé que estoy sintiendo, ni en ese momento ni ahora en mi realidad. Cómo pudiste hacerlo? cómo es que estás aquí después de tanto tiempo? Lo has logrado! Todo este tiempo pensaste en este momento?... Quería preguntarle mil millones de cosas pero sólo podía ignorar lo incoherente de la situación.
No dejes que me despierte nunca. Demasiado tarde... ya eran las 8:30. Deseo tanto perder la clase de métodos. Vuelvo a tumbarme esperando que aquella ráfaga vuelva.
Su calor seguía apoyado en mi, su presencia siempre dura demasiado como siempre.
No entiendo nada la verdad. No le he pensado últimamente, ni he tenido algo que lo provoque.
Me quedé en modo zombi todo el día, viajando en una sensación, sólo una sensación...
Cómo te extraño de repente!
Llegue a casa, a tratar de recordar los detalles... ni hacer los deberes me ha quitado el sentimiento y ahora al escribirlo me he puesto a llorar de emoción.
Los estragos en la mente de cosas que disfrutamos siempre vienen a echarnos una mano cuando necesitamos inspiración. Ha vuelto y yo he dejado de ser un robot que ya no siente nada por un momento.