lunes, 13 de marzo de 2017

OLORES DEL PASADO


Mi pasado huele a nuevo, a los días de hoy, a la lluvia de anoche.
No puedo darle un rostro, ni palabras, ni fechas.
Todo parece calmado, sonidos opacos y distantes,
sensaciones del ayer, traídas hasta hoy, guardadas para mañana.
Mi pasado es, el tsunami del terremoto de mis sentidos,
de su memoria, esa memoria indestructible de sus olores.
Tanta gente, y sus huellas dejadas sutil o brutalmente...
No importa; están ahí, cada que el cielo o el suelo lo quieran.
En algún momento llegara a mi el olor de las hojas,
hojas viejas guardadas en sobres viejos, de arboles quizá viejos también.

Historias en pedazos de papel, palabras que el viento se llevó...
o que lo intentó, pero sus fantasmas bailan en papeles amarillentos.

Me gusta el pasado, lo disfruto mucho; siempre dicen que hay que dejarlo.
Sus olores me conmueven: olor a lluvia, a césped, olor a lavanda,
café, y perfumes que no volví a usar.
El pasado es hermoso! por que ya no duele, porque ya es pasado.
Pero está de alguna forma, detrás de mis momentos mas felices.
Nunca va a volver, y lo miro desde aquí sentada en este cuarto...
Siempre siento algo que no se explicar en algún momento de los días;
sensación agradable, de grandeza e irrealidad; profundidad de un pensamiento,
todo acompañado de explosiones de sustancias que siento en el cuerpo,
es supremo, no sé, relajante y... sutilmente bueno!
El pasado... solo lo mejor de un pasado increíble.