Ese color naranja extraterrestre que no puedo entender es el culpable de mis impulsos mas irracionales. Basta un rayo de sol, o una cercanía extrema que le pone marca textos!
Me succiona el cerebro y me encandila las ideas. Me abduce.
No se que haría si no me apartara rápido de sus destellos, quizá empezaría a flotar por los aires y terminaría inconsciente en un planeta extraño.
Hay dias en que antes de dormir imagino que viene y se acerca a mi cama, silencioso y sospechoso, naranja, muy naranja! Puedo tocarlo por fin.
Quisiera probar a ver a que sabe, oír su sonido, moldearlo con mis manos frías y que se congele.
Ese color naranja extraterrestre es el que hace que de lo que necesito como ofrenda. El control mental del instante es total, ni siquiera puedo reaccionar.
No se que haría si no durara solo unos segundos, quizá terminaría sin piel o con una mas llena de todo!
Hay mañanas en las que despierto y no quiero poner un pie en el suelo, ni moverme, ni andar...
El podría estar en cualquier lugar, el color naranja... naranja extraterrestre.
Mis manos hormiguean, cuando llega la tarde y se ha ido o no ha venido.
Un imán que me empuja y me atrae al mismo tiempo.
Quiero que sea mio por un momento y meterlo en mi estuche de acuarelas!
Pintar el suelo, las paredes y el techo si es posible!
Nadar dentro de él, hasta brillar! naranja!!! y verlo en toda mi habitación!
